Los talleres fueron desarrollados principalmente en barrios de la Región Metropolitana, en comunas del gran Santiago. muchas de ellas comunas con una gran historia de organización y desarrollo vecinal. Muchos barrios fueron grandes focos de resistencia popular durante la dictadura militar y siguen siendo hoy lugares de una gran participación ciudadana, de centros culturales, de preuniversitarios populares, de apoyo solidario.
Dentro de estos la población más sorprendente en organización en la que desarrollamos el taller fue La Victoria, donde hicimos un bello trabajo que relataba la historia de la población, desde su nacimiento hasta la época actual. Este mural fue completamente diseñado por un grupo de jóvenes muralistas que tenían su referente más cercano en la mítica BRP.
También la población Lo Hermida, donde trabajamos con un grupo de jóvenes cohesionados y organizados.
En San Bernardo, en la población San Gregorio, en la población Yungay, en la Granja, en el barrio Santa Elena de la comuna de El Bosque. 
Desarrolamos la experiencia también en Conchalí, donde pàrticiparon gran cantidad de niños pequeños, y donde los adultos fueron observadores del cambio en el espacio. 
En la Población 6 de Mayo de La Pintana, en la cual trabajamos a pleno sol, sin ningún árbol que diera sombra, pero con el entusiasmo grande de Thiare, Marcelo, Gerardo, Abraham, Tamara y Kevin entre muchos otros.
En la Villa Portales, comuna de Estación Central. En el Barrio Modelo 1 y 2 de San Ramón, donde trabajaron juntos niños, adultos, toda la comunidad, logrando un resultado genial lleno de energía, en que pintaron más de 30 personas de todas las edades, y también Nico, Héctor, Esperanza, Alan, Angelo, Nacho, Andrés y Norma.
La Población Laguna Sur de Pudahuel, donde los chicos que participaron en un principio decían no saber dibujar. Sin embargo Coté, Felipe, Graciela, Seba, Kevin y Jocelyn sí supieron hacerlo, y trabajaron en su mural por tres días hasta terminarlo.
La Villa Verde de Maipú, al lado de un bonito parque, con más de 20 chicos de todas las edades, con Scarlett, Pelao, Benja, Gustavo, Natalia, Javiera.
El Barrio San Vicente, de Santiago Centro, donde el grupo eran casi más adultos que niños, quienes pintaron sus recuerdos de viajes, paisajes, apoyando todo el tiempo lo que hacían los más chicos. Con una cancha de fútbol al lado, nos aseguramos que nuestro trabajo sea visto por mucha gente. Yolanda, Blas, Jeanette, Iván, Ilda, Luna, Víctor y más de 15 vecinos del barrio.
La Población 20 de Mayo en Recoleta, donde fue todo muy rápido y vertiginoso, y aunque sin tener el tiempo necesario siempre se puede hacer algo con chicos comprometidos. 
En Peñalolén, los niños quedaron muy contentos con los resultados, y sugirieron que los talleres deberían ser más largos para lograr internalizar conocimientos. Pintaron en un pasaje concurrido, cercano a una feria libre, donde todos los vecinos pudieron ver su trabajo. Franco, Seba, Javi, Lucas, Simón y Angélica fueron algunos de los 20 niños y jóvenes que participaron.
En la comuna de Lo Prado trabajamos en la Villa Antártica, donde recuperamos un muro con un antiguo rayado de un equipo de fútbol. Los vecinos fueron los más contentos con el cambio en el espacio, y con el color que iluminó el pasaje. Carla, Nataly, Alfonso, Scarlett, Karina, Nicolás, Belén, Sofía, Leo, y otros fueron los artífices.
En la Villa Santa Helena, comuna de El Bosque, todos los chicos y jóvenes se comprometieron profundamente con el trabajo, y comprendieron en toda su esencia el mural colectivo, apoyándose unos a otros en las diferentes partes de la obra.  Todos nos quedamos a terminar el trabajo de manera óptima. Fue muy importante la participación de Dibu, también Josué, Abigail, Angel, Lucho, Jonathan, Nacho, Los Pitufos, Francisca, Billy, y muchos otros.
Comuna de San Miguel. cuando llegamos a realizar el taller, empezamos con un solo niño, Seba, que fue a buscar a sus amigos, luego, otros fueron a buscar a sus amigos, y así. Aparecen Oliver, Jocelyn, Don Juan, de 70 años. Luego se incorporan Silvia, Carlos, Kevin, Jesús, Julio, Lucho, Ivonne. terminan participando más de 30 personas, de edades entre los 4 y los 70 años. Fue una experiencia increíble, hermosa, cómo la pintura logra vincular un barrio, sus vecinos, sin importar la edad de ellos.
La Florida tuvo un mural homenaje, a un clown del barrio que había muerto hace poco tiempo.